Me hubiese gustado titular este post “Asco”, “Repugnancia” o, quizás, “La Peste”. Hastiados y cansados estamos ya de corruptelas y chanchullos, de regeneración de papel de fumar, de “creer en las instituciones” y de palabras vacías y vagas promesas.
La lista de afrentas a los ciudadanos es tan larga, que empezamos a pensar en la Gürtel como algo menor o en hablar de los EREs andaluces como si fuera un tema de hace muchos años cuando el caso está en plena instrucción.
El último escándalo es la Operación Púnica, en la que se han detenido a unos cuantos alcaldes corruptos, a ex altos cargos de la Comunidad de Madrid y a ver dónde acaba esto….¿En unos SMS de ánimo?¿En otro “lo siento”?¿Otra nueva de Arturito? Está todo podrido y huele, así no podemos seguir.
Antes de la Púnica, las tarjetas de la vergüenza donde están todos implicados: partidos políticos tradicionales, sindicatos, patronal…. incluso ha tocado ligeramente a la Casa Real. Un espejo de las élites políticas que guían nuestro futuro, una foto de una sociedad adormecida y resignada a leer y leer escándalos. ¿Dónde va a acabar esto?
No queremos I+D+i, ni queremos una reindustrialización, ni que los bancos den crédito, ni que España gane el Mundial, ni que ganemos Eurovisión. Queremos ejemplaridad, queremos justicia (y rápida), queremos recuperar la esperanza, queremos que cambien las cosas. Si esto se hace, lo demás vendrá sólo ya se encargarán los empresarios de generar empleo y buscar un modelo productivo y los bancos prestarán.
A este paso, esto acabará en una ola de populismo sin precedentes que llevará a las instituciones a los partidos de la nueva era, los Podemos y derivadas, y como no se pongan las pilas nuestro políticos nos convertimos en la República Bananera del siglo XXI, en la que en lugar de robarnos “unos pocos” nos robarán “unos muchos”.
Esta vez sí viene el lobo…..su líder tiene coleta, tiene buen verbo y gestiona el populismo tan bien o mejor que Hugo Chávez, Fidel y otra lista de innombrables.
Brillante en el análisis, como siempre 😉