Esta semana estamos conociendo la opinión de los diferentes medios, expertos y políticos acerca de la reforma de la administración presentada el viernes pasado por el gobierno de España, podemos encontrar las líneas fundamentales en el informe CORA .
Con independencia de la orientación ideológica de cada uno, parece que una reforma de la administración es necesaria, pero ¿es adecuada la reforma? En función de la finalidad: Ahorro de costes o reestructuración de la administración, la respuesta será distinta.
El lunes pasado en el IESE se debatió acerca de la reforma, el director de la reforma Jaime Pérez Renovales , defendió que la estructura de gasto es más baja que la media de la UE y señalo la dificultad de aunar flexibilidad y seguridad jurídica en la gestión de la administración pública, el carácter pragmático de la reforma y el carácter voluntario de la misma para las CCAA.
En mi opinión quien aporto la clave esencial de nuestro modelo de administración y reparto competencial establecido en la Constitución española, fue la intervención de Álvaro Rodríguez Bereijo, catedrático y presidente emérito del Tribunal Constitucional. Este defendió que nuestra Constitución se basa en:
-La necesidad de una cultura de colaboración interterritorial.
-Competencias compartidas por diferentes niveles de la administración, debiendo cooperar entre ellas.
– España debe primar la unidad en la diversidad y el todo por encima de las partes.
Desde DSC hemos defendido la necesidad del consenso en el disenso, la necesidad de llegar a consensos, de la necesidad de lealtad institucional, en definitiva recuperar la confianza, estar dispuesto a ceder por el bien común.
Esta reforma es pragmática y voluntaria , solo si los actores políticos son generosos y tienen miras de Estado , dejando de lado sus intereses regionales buscando el bien común de todos los españoles , podrá tener un mayor recorrido , el tiempo nos dirá que clase de gobernantes regionales tenemos en España , lideres o meros palmeros al son de los votos.
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